Local ya comentado, sin cambios en el interior y que nos permitió hacer una cena con aportación de vinos por parte de los comensales. La quedada tenía como objeto adentrarnos un poco en el conocimiento de los vinos de sudamérica (especialmente Chile y Argentina) tanto teórico como práctico, y sobre todo vernos y disfrutar de buenos momentos. Todos los objetivos se cumplieron y pasamos un buen rato y hasta es posible que surjan mini encuentros de "competitividad gastronómica" entre vecinos, una vez pasado este verano.
En una alargada mesa que debió marear a los otros comensales que asistieron esa noche y, previo pacto de menú y precio (incluido pan, agua y café), nos sentamos a la mesa con nuestro vino aportado a buen recaudo de temperatura gracias una vez más a la amabilidad del local. Algunos pensaron que se quedarían cortos de alcohol y añadieron unas cervezas previas y hasta unas grappas (el local se especializa en vinos italianos) finales Poli Bassano del Grappa tanto de Grappa clásssica como de Grappa 24 carati oro (más interesante) y Limoncello Capri (más prescindible) por cortesía de la casa; otros pidieron agua no sé si para hidratarse o para anjuagar las copas.
El aporte de vinos se planteó en doble botella y por pareja de asistentes con el fin de poner probarlo todo, por todos. Los vinos por orden de aparición fueron: Estelado Santa Digna Rosé, El Enemigo Chardonnay 2016, La Causa del Itata 2016, Don David reserva Torrontés 2016, Humberto Canale 2017, Calcáreo granito Malbec 2016, El Enemigo Cabernet Franc 2015, Pérez Cruz Liguai 2010 Irurtia varietales Tannat, y fuera de concurso un magnum de Côtes du Jura 2012 Domaine Macle Château Chalon espectacular.
La cena que fue servida durante la cata, con entrantes a compartir entre cada 4 (con irregular distribución) para los más de 20 foreros reunidos; luego el principal sustituible previamente por opción de pescado más el postre individual. Lo cenado, con emplatados y vajilla más que correctos, fué:
. Tabla con embutidos y quesos: surtida con calidad correcta de los fiambres y quesos: ración amplia
. Sardina ahumada con cítricos y frambuesa: espectacular e incómoda presentación, bien de sabor
. Ensalada de Burrata y tomate valenciano: bonita presentación con todo troceado, pero algo falto de intensidad de sabores
. Milhojas de foie caramelizado: contundente lingote con un buen producto donde es difícil fallar
. Carrillera de ternera: buen punto, tamaño grande de una carrillera única con buena textura; un poco más de reducción en la salsa hubiera mejorado el resultado final
. Mousse de chocolate: aspecto muy mejorable pero buena textura y sabor, resultando menos saturante de lo que parecía al llegar a la mesa.
Unos cafés e infusiones finales con las grappas (y paciencia) ofrecidas por el local sirvieron para una buena sobremesa.
Agradecimiento especial a las facilidades del local y sobre todo a los organizadores que tiran del carro para que estos buenos momentos se produzcan. Resultó un disfrute en todos los aspectos y lo que está claro es que pasa (se pierde) mucho tiempo entre una quedada y otra. Habrá que ponerle remedio entre todos porque hay demasiados vinos por conocer y demasiados buenos momentos por disfrutar.
El precio final es el pactado aunque creo que subió algún euro más por extras, pero he perdido la factura. ¿Algún asistente puede concretarlo?.
He visitado muchas veces Tintorera para tomar vino y en catas. La pasada semana con motivo de una cata de vinos de la bodega Alois Lageder de Alto Adige en Italia en la que además disfrutamos de una cena maridada a un precio muy razonable.
El espacio es diáfano, amplio y cálido en su decoración, se nota que es un lugar especializado en vinos italianos. Buenas copas y resto de elementos para disfrutar, buena separación.
La carta de vinos es interesante, llena de vinos Italianos y también la posibilidad de tomar vinos por copas, lo cual resulta muy interesante.
De aperitivo Piruletas de parmesano, buen queso. El primer entrante Milhojas de foie, manzana y membrillo, rico bocado de buena textura. Continuamos con el huevo a baja temperatura, espuma de patata y trufa fresca, un plato bien conseguido por la ligereza de la patata, para mojar pan. Seguimos con el canelón de bogavante con mantequilla de coral, simplemente correcto. Para terminar una jugosa carrillera tierna y de buen comer. De postre texturas de chocolate.
Buen café y grapa Poli de la casa para redondear y como siempre buen servicio, detalles y atención.
Los vinos de la bodega de buen nivel, Pinot Blanco, Pinot Gris, Chardonnay y Pinot Noir cuyas notas de cata están subidas en la correspondiente ficha.
Un local de vinos (Patacona Winery) amplio, luminoso, al final de la playa de la Patacona.
Dispone de una barra con algo de opciones de cocina que abre para comidas y cenas hacia el final de la semana. Mientras tanto actua como distribuidor de vinos (muy mayoritariamente italianos), catas y tienda de venta de vinos con protagonismo de Mara Funes, en su momento, muy protagonista en Verema.
Cuatro para cenar y sumergirnos en el mundo de vinos italianos. El local tiene cómodas sillas, amplia distribución de las mesas de madera con buena separación, manteles individuales, servilletas de esas que son papel pero parecen tela (gran invento), buenas copas. En un local que estaba casi lleno, con buena cadencia de servicio de platos, cambios de cubiertos.
Tiene un ambiente agradable.
Carta de comidas muy corta con casi todo entradas frias: anchoas, quesos, jamón y embutidos, salmon marinado, sardinas ahumadas, milhojas de foie, esqueisada de bacalao, lingote de pato, pastel de berenjena y lasaña boloñesa; una opción de conservas de máxima calidad de la Real Conservera Española anunciada en carta aparte que pedimos y no llegamos a conocer.
Carta de vinos que merece una visita: muy amplia presencia de vinos italianos de todas las regiones y precios en blancos y algo más, si cabe, en tintos. Como para hacer un casting. Buenos consejos y explicaciones de Mara.
Hay también presencia de tintos españoles, espumosos franceses e italianos y españoles, rosadops, tintos de varios paises, dulces, otros formatos menos habituales... pero es un pecado estar allí y no entrar a profundizar en vinos italianos.
Entramos en la barra con un vino algo diferente: San Martino Prosecco Millesimato (2016), extra dry, de Treviso, muy espumante y aunque dry de creación tiene un punto dulce final que parece venir de la uva.
Ya en la mesa seguimos con un blanco muy interesante Vermentino 2016 Bolgheri, de 12.5% complejo en boca que lo hizo durar más de lo esperado, por lo que rematamos con copas de tinto (en lugar de una botella) para los quesos; por recomendación del propio local probamos Prunotto 2015 de Barberá d´Alba y Biscardo 2014, un Valpolicella Ripasso clasicco superiore, ambos buenos.
Decidimos seguir consejo de la casa y probar diferentes platos, uno de cada. Las raciones previstas seguramente para dos, quedaron adaptadas y suficientes para probar, a modo de tapas, por los cuatro.
Elegimos:
. anchoas (una por persona) del Cantábrico con tomatitos y brocoli: bien presentadas con tamtes cherry cortados, bien aliñados
. foie de mar con crudita de verduras: hígado de bacalao, bien de sabor; las verduras complementan bien.
. milhojas de foie caramelizado. Muy buen plato. Perfecto de sabor y crujiente la caramelización. Muy recomendable.
. sardinas ahumadas con cítricos y frambuesa: servidos sobre una tosta. Difícil de comer ya que la tosta se fragmenta fácil lo que se agradece en boca pero cuesta su manejo en la mano o en el plato.
. pastel de berenjena a la parmigiana: bien presentado, en compañía de láminas de pan que no mejoran el pan de la mesa, ni tampoco crea diferencias (¿?). El pastel andaba en un punto de sal alto; al preguntarnos, lo comentamos y se intentó excusar en sus componentes...
. tabla de quesos: manchego, tronchón, garrotxa, tarta del casar y cabrales. Buen nivel en todos. Bien presentados con aporte de frutas que permite limpiar boca entre prueba y prueba. Bien presentado el plato, buena ración. Muy recomendable.
Los emplatados bien realizados en general.
Postres: 2 para compartir:
. salchichón de chocolate: clásico trampantojo de chocolate con forma de fuet. Curioso si no lo conoces. Más vistso que sabroso.
. tarta Tatín: muy dura la base y correcta la manzana en sabor.
Se quedaron fuera la tarta de queso y los helados de almendra y chcolate Gran Cru. A la próxima.
Destacar el pan en sus diferentes versiones de cereales, loncheados y que se acompañó de un buen aceite AOVE de Tenuta San Guido, poco verdoso y no muy intenso en amargos finales pero muy fácil y equilibrado.
Por cortesía de la casa chupito de Limoncello y chupito de grappa Poli.
Merece la pena conocer este local de buenos vinos (sobre todo italianos) que le acompaña una cocina más que correcta.